jueves, 23 de febrero de 2012

Performance en la casa de Velazquez: Olivar Migrante

Lo más sorprendente y divertido de la actuación, fue la reacción de la gente. Nosostros ya sabíamos lo que teníamos que hacer, y todo estaba ensayado, pero no jugamos del todo con el factor del público.
En la primera migración se veían las caras de asombro del público, que se regintaba qué significaba aquello.
En la segunda migración, ya se notó más y la gente se puso al rededor, aunque descubrí que la música era el reclamo para que se acercaran. Además, en la migración 2 en la que yo participaba, la actuación de Amanda Bouzada, que empezaba a perseguirnos me sorprendió y me agobió en el momento, haciendome entrar en su actuación en los primeros instantes hasta que ya me di cuenta de que era un teatro. Sé que también se lo hizo a otros miembros del grupo sorprendiendonos por igual. Esa actuación fue gratifacante y divertida para mi, ya que la música, mis compañeros, el público y la pintura me metieron en una espiral, cómo si estuviera en una corriente en la que me dejara llevar.
Por último fue curioso ver la tercera migración desde fuera, siendo un público que ya sabía lo que estaba pasando. Fue curioso ver como la gente se acercaba casi con miedo y en cierto sentido me pareció cómo ver a una procesión de un pueblo subiendo las escaleras detrás de la imagen biblica.




Esta última foto es de Brian Adrían Pazmiño

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