jueves, 3 de noviembre de 2011

Visita al taller de vitrería del vidriero Carlos Muñoz de Pablos en Segovia

La visita hecha con algunos alumnos de arquitectura, arquitectos y artesanos de otros tipo de artes o técnicas. consistía en visitar la catedral de Segovia, era una visita dedicada a "los pintores de sombra": los vidrieros.
La visita se hizo en dos partes, una primera dedicada a la restauración de la catedral y más en concreto a la restauración de las vidrieras realizados por estos pintores. Los restauradores han de hacer siempre un trabajo de investigación, y casi el trabajo de restauración de vidrieras se más arduo que el trabajo de restauración de un arquitecto. Las vidrieras, con el paso de los siglos sufren una serie de cambios, ya se por los vientos que rompen los cristales, por las guerras o por otras diversas cuestiones como la contaminación que parece crear una capa de grisallas superior.
Además, la tradición de los vodrieros en gran parte se ha perdido. Es un oficio que desde el principio ha sido muy cerrado y selectivo, lo que provocaba que en 50 años se perdía toda la técnica aprendida. Se dicen que el momento dónde ha habido mejor tecnología de vidrería estuvo en la Edad Media (siglo XII) y en el siglo XIX. Actualmente, gracias a trabajo de investigación como el de los vidrieros Muñoz De Pardo, la técnología vidriera está también en auge permitiendo relaizar buenas vidrieras. Este taller tiene desarrollado entre otras cosas el amarillo oro que se había perdido.
Este taller es un taller familiar compuesto por el padre, el señor Don Carlos y tres de sus hijos. Esto permite que la comunicación fluya. Todos han tenido una formación de Bellas Artes aunque por supuesto su formación es mucho más amplia, ya que tienen conocimientos de historia, de arquitectura y de física y química (han de saber bien las propiedades del vidrio, como tensa..., así como el conocimiento de los distintos pigmentos y del resultado que dan).
Su investigación también es formal, ya que al haberse perdido parte del dibujo tienen que aprender a dibujar como lo hacçian los artistas originales, y por tanto restituir la vidriera. Pero, en ciertos casos, la vidriera original está tan destruida (solo quedando un trozo de cara de un personaje o de un elemento de fondo de la decoración) que han de rehacerla completamente, inventándola a través de los escritos descriptivos de cada una de las vidrieras correspondientes a los archivos de construcción de catedrales u otros edificios. en este caso era la catedral de Segovia).
En su taller vemos distintas áreas de trabajo y por tanto distintas mesas de trabajo. tenían un área de dibujo donde realizaban los bocetos a carboncillo, a veces a escala a veces en tamaño real, otros bocetos en pequeño a escala con los colores puestos, y luego en esa misma sala también hacen las plantillas de cartón con los que siguen los cortes del vidrio para ensamblarlo en el futuro emplomando los vidrios. En este área tienen también una máquina que idearon ellos a base de agua para poder limpiar las vidrieras a restaurar. En general los restauradores de vidrieras prefieren hacer las limpiezas en seco pero esta técnica tambien puede ser nociva, por lo que ellos han ideado esa forma a base de agua respetando unos valores de salinización y de pH.
tienen otra area dónde montan las vidrieras, la zona de hornos (tienen varios para piezas de distintos tamaños) que sirven para fijar las distintas grisallas y colorantes.
arriba tienen un estudio, un despacho en cuyas estanterías parece haber una tienda de Bellas Artes al ver la cantidad de material que tienen allí para pintar: pasteles, carboncillos, acuarelas, óleos... Y, más adelante tienen un pequeño laboratorio para investigar sobre los resultados de los pigmentos o sobre las distintas tensiones de un vidrio fusionado con otro (técnica llamada "fusing" para dar volumen a las vidrieras).
Pero la verdadera mesa de trabajo más interesante es la que tiene D. Carlos Muñoz de Pablos en su casa. La casa está estructurada en torno al estudio: en la planta baja, desde dónde se accede, es dónde está un pequeño taller dónde el artista hace sus maquetas y ciertos cuadros o pruebas de vidrieras pequeñas. En una primera planta está el estudio, dónde hay un despacho, libros, lienzos y una estupenda mesa de dibujo arquitectónica datando del siglo XIX. También hay un pequeño patio interior.
En la planta de arriba es dónde está la planta habitacional. Toda su casa está abierta al paisaje con grandes ventanales desde los cuales, por cierto, se puede ver a lo lejos el estudio de Patricia Azcarate. El edificio pertenece al gótico civil.
Por tanto vemos que toda la organización de la casa está hecha en torno al taller, y deducimos que en el carácter de este sabio señor, el arte y el arte de la vitreria son su vida y su pasión.
vidriera de la catedral de Segovia restaurada y aùnto de ser montada 

soluciones rápidas dadas por los vidrieros del siglo XIX y principios del siglo XX
protecciones de vidrios puestos en el siglo XIX (al levantarse las tejas con los vendavales rompen los cristales)

cuvetas de limpieza en un dispositivo de absoluto control de la mineralización y pH del agua

emplomado de una vidrier

lugar de ensamblaje y planteamiento de los proyectos (los dibujos de la pared a escala 1:1 son a carboncillo)

vidriera en curso de restauració y ensamblaje

vidrios almacenados (la mayoría únicos y antiguos sacados de derribos)

uno de los hornos

laboratorio químico de pruebas

vista general de la nave : su espacio de trabajo

estudio en la nave

estudio en casa del maestro vidriero

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